Al evaluar el nivel de riesgo de un colaborador a cometer actos indebidos en contra de la organización e identificar tendencias que apunten a la deshonestidad se pueden tomar mejores decisiones de contratación.
La evaluación integral de un profesional juega un papel fundamental en los procesos de selección de personal, la aplicación de evaluaciones tiene como finalidad conocer su perfil psicológico y de esta forma colocar al candidato ideal en el puesto indicado de acuerdo con sus capacidades. Uno de los factores primordiales que debe de evaluarse es el nivel de honestidad de la persona con el objetivo de prevenir situaciones de riesgo para la organización como la malversación de recursos, negligencia o fuga de información que puede afectar tanto a la empresa como al resto de colaboradores.
Para hacer frente a esta necesidad los encargados de Recursos Humanos aplican pruebas de honestidad, este instrumento permite conocer aspectos relacionados con la integridad del individuo, la información que proporcionan ayuda a identificar posibles conductas que se consideren no deseables dentro del entorno laboral. Los reclutadores pueden medir la compatibilidad que existe entre la persona y el puesto al que aspira; por cada factor de medición se muestra un semáforo que ayuda a tomar decisiones basadas en un parámetro que puede indicar cautela o arrojar un resultado óptimo.
Entre las características que una prueba de honestidad confiable debe medir se encuentran las siguientes:
Obediencia de las leyes
Confiabilidad
Involucramiento en actos ilícitos
Robo de lugares de trabajo anteriores
Sobornos
Consumo de alcohol
Deudas
Consumo de drogas
Con la prueba de honestidad la empresa conocerá el grado de apego de un profesionista en áreas como confiabilidad, ética laboral, compromiso organizacional, rechazo al consumo de sustancias psicoactivas, rechazo a actos de corrupción, entre otras.
Contar con colaboradores confiables es la clave para alcanzar el éxito, son quienes contribuyen a generar estabilidad, crecimiento y prestigio a la organización. Al evaluar el nivel de riesgo de un colaborador a cometer actos indebidos en contra de la organización e identificar tendencias que apunten a la deshonestidad se pueden tomar mejores decisiones de contratación, con lo cual se mejora la adquisición de talento y se propicia un ambiente de trabajo positivo, al mismo tiempo que se eleva la competitividad tanto a nivel individual como organizacional.
Por último no se debe perder de vista que al aplicar estas evaluaciones, las personas están sujetas a su cultura, costumbres, creencias y valores propios de la zona geográfica en la que habitan, por ello es fundamental tener la certeza de que la evaluación de honestidad está estandarizada a la población que se aplicará para evitar cualquier tipo de sesgo que pudiera arrojar datos imprecisos y en lugar de ayudar a la organización se perjudique.
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